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Partes de una cerradura

partes de una cerradura

¿Te interesa conocer cuales son las partes de una cerradura? seguro que la respuesta es sí, pues por algo has llegado hasta aquí. 

Tal vez tengas curiosidad, o puede que estés comenzando a formar parte del oficio de la cerrajería. No lo sabemos; pero lo que sí te podemos decir con certeza, es que poseer conocimientos sobre esta disciplina nunca estará de más en tu vida. De hecho, estamos seguros, que saber sobre la materia, te ayudará en varias ocasiones a librarte de dolores de cabeza. 

Por esa razón, aquí en nuestro sitio, Cerradura Electrónica, esta vez te contaremos mucho más que solo las piezas que conforman a una cerradura; puesto que, te explicaremos como funcionan estos mecanismos y cuáles son las fallas más comunes que pueden presentar por el uso diario. 

Te garantizamos que cuando termines de leer este contenido, tu visión de un cerrojo será muy diferente. Porque comprenderás cuán importante son cada una de sus piezas y cómo pueden mantenerse en perfecto funcionamiento.

Después de este artículo, nunca más te sentirás abrumado cuando estés frente a una situación, en donde se haya dañado un sistema de cierre de este tipo. En seguida, compartiremos contigo valiosos conocimientos. 

Partes de una cerradura de puerta

Lo primero que debes tener claro antes de leer la definición de cada pieza, es que no todas las cerraduras son iguales, pues existen diferentes tipos. Por esta misma razón, no todas poseen los mismo componentes. Es por ello, que aquí te explicaremos las  partes de una manilla de puerta, pues es el mecanismo de cierre más común.

Bulones: 

Una de las partes de un cerrojo son los bulones, los cuales también son llamados paletón. Esta pieza se encuentra en el interior de la caja y cuando la cerradura se abre estos se retraen. Esto sucede justo cuando se introduce la llave, y cuando se quiere cerrar la puerta los bulones salen, permaneciendo así hasta que se vuelva a introducir la llave para abrirla.

Frontal:

Esta es una pieza que se puede ver fácilmente en el lateral de la puerta. En esta parte podremos ver unos tornillos los cuales se encargan de sujetar el bombín, que ya definiremos más adelante, y sujetar la cerradura a la puerta.

Resbalón: 

Esta es una pieza que está visible, porque entra y sale cuando se gira el manillar. Esta parte es lo que impide que la cerradura se abra cuando la llave no está girada. De esta forma, cuando se engancha el resbalón al marco de la puerta la única forma de retraerlo es girando la manilla.

Bombín:

En la cerradura de una puerta, el bombín es la parte en donde metemos la llave para poder accionar el mecanismo de cierre. Gracias a esta pieza la cerradura se puede abrir y cerrar de forma sencilla.

Pomo: 

Es la pieza de agarre la cual puedes girar o bajar dependiendo del modelo de cerradura, para poder accionar el sistema que te permitirá cerrar y abrir la puerta. A este elemento también se le llama manija. Es fácil identificar porque todas las puertas lo poseen Aunque el modelo puede variar mucho.

Bocallave:

Esta es la parte en donde se introduce la llave y sólo está presente en aquellas cerraduras que no cuentan con bobines.

Paletón:

Es una pieza que tiene prácticamente la misma función del resbalón, pero ésta se acciona al girar la llave.

El cerradero:

Es una placa metálica que se encuentra atornillada en el marco de la puerta, justo allí se inserta el paletón y el resbalón para que el mecanismo de la cerradura funcione.

Esto es todo lo que podrás encontrar en una cerradura por dentro. Ahora que ya conoces cada pieza, puedes comprender mejor el funcionamiento de este mecanismo y sabrás que es lo que puede estar fallando, cuando se te presente algún problema con estos sistemas de cierre. 

Las partes d euna cerradura

Cómo cuidar las cerraduras para que permanezcan en perfecto estado

Conocer todas las partes de una cerradura es tan importante como aprender a cuidar estos sistemas de cierre, porque cuando se les da un mal uso pueden dañarse, lo que impide que las puertas puedan cerrar y abrir correctamente; representando un problema de seguridad e incomodidad. Por esto, ahora vamos a explicarte algunos tips para que puedas mantener funcional una cerradura por mucho tiempo.

En la instalación: 

Cuando vayas a instalar una nueva cerradura en una puerta de tu hogar o cualquier otro espacio, tienes que asegurarte de instalar esa que sea adecuada para el tipo de habitación. Puesto que, no será la misma necesidad para la puerta de entrada de la casa, que para la habitación del baño. 

En ese sentido, es importante que te dejes asesorar muy bien por tu cerrajero de confianza. Asimismo, cuando se instale una cerradura tienes que fijarte que la persona que está haciendo este trabajo para ti, no golpe en ningún momento el mecanismo, para hacerlo entrar dentro del agujero de la puerta; pues esta es una acción que puede dañar la presentación externa y la mecánica en el interior.

Al usar las llaves: 

Para poder conservar en buen estado una cerradura tienes que cuidar la forma en cómo usar las llaves. Siempre debes asegurarte que tus llaves no estén dobladas o tengan algún desperfecto. Pues aunque funcionen así, usar la llave de esta forma hará que la cerradura sufra daños, lo cual puede generar que en poco tiempo comience a presentar problemas. 

Por otro lado, la llave debe ser introducida completa para que llegue hasta el punto correcto. Si esto no se hace, se está sometiendo la cerradura a un funcionamiento forzado, lo que puede ocasionar que la llave se rompa, quedando dentro de la cerradura un trozo incrustado.

De igual forma esto puede suceder si al momento de introducir la llave se ejerce una presión muy fuerte. 

Otro punto importante de mencionar con respecto al uso de las llaves para cuidar las cerraduras, es que no se recomienda dejarlas todo el tiempo pegadas, porque cuando las personas entran o salen apurados, suelen hacer maniobras con la manija, que en combinación con la llave que está dentro del cerrojo, puede generar daños importantes en el funcionamiento del mecanismo.

Hacer mantenimiento cuando sea necesario:

El mantenimiento de una cerradura debe hacerse justo en el momento en el que empieza a fallar. De lo contrario el problema de la cerradura se empeorará y puede quedarse la puerta atascada, generando un momento muy desagradable para cualquier persona. 

Asimismo, es importante tener en cuenta que el mantenimiento no se trata de una acción planificada, pues sólo debe hacerse cuando algo no funcione bien con la cerradura.